Los contratos franquicia son acomodamientos firmados por dos partes y para
formalizar todos los que gira alrededor de un comercio como esto. Las dos
partes son el franquiciador o emprendedor y franquiciado y el contrato sirve
para que lo que se refiera a la gestión y administración de un negocio, esté
legalmente y previamente concordado entre las dos partes.
Asimismo estos marcos legales previstos para el método
de franquicias deben observar de manera inequívoca estos puntos:
·
Intereses de
los miembros de la Red de Franquicia de la que se trata, con protección de los
derechos de propiedad industrial e intelectual del franquiciador para mantener
su reputación y la identidad común.
·
Destacar la
idea de colaboración y unión por el bien mutuo y de la Red.
·
Reflejar el
sentido de responsabilidad y flexibilidad del sistema, lo cual debería permitir
la evolución y las mejoras conjuntas en favor del mercado y de sus intereses.
·
Establecer
las condiciones tales como la renovación, la posible rescisión, la cesión o
transferencia de los derechos y las condiciones de prioridad del franquiciador.
·
Reflejar las
condiciones de la utilización de los logos y material corporativo por parte del
franquiciado.
·
Estipular
las causas de rescisión, así como las que prevean la recuperación del material
o inmaterial por parte del franquiciador en caso de ruptura de relaciones
comerciales.
Estos contratos son pues la pieza clave sin la cual
embarcarse en operación de negocios, resultaría mucho más complicado e
incierto. Una experta cual una consultora
franquicia colabora en su elaboración y legalización para los casos de
iniciación, conflicto y disolución de los mismos.
Y es que el tema legal es otro factor por tener en
cuenta. En comercio de tamaños tan grandes, es importante contar con alguien
que sepa asesorarnos, ya que los problemas inesperados que pueden surgir (tanto
con los clientes, así como con los empleados) pueden ser varios y de diferentes
entidades.
Asesorarnos es, entonces, la manera más eficaz para
evitar inconvenientes, que puede generar problemas de gestión más graves; así
que los contrato franquicia se
proponen afrontar cada posibilidad, para que las dos partes involucradas estén
preparadas y puedan afrontar adecuadamente y legalmente todos los inconvenientes
que puede generar la gestión de un negocio como una franquicia. Al firmarlos,
las dos partes acordaran que todo lo estipulado se tratare de dicha manera.